martes, 23 de junio de 2015

Para mí, PDP ha sido un viaje.

Un viaje donde hemos recorrido y tratado cuestiones tan importantes en la enseñanza de ELE como: la gamificación y el Flipped Classroom, el enfoque comunicativo experiencial, la motivación en el aula, la competencia digital y un largo etcétera. Todo ello,  plagado de experiencias, comentarios, ideas y aportaciones que han contribuido a reflexionar sobre el papel del profesor de español en el aula y sobre la didáctica misma de la enseñanza ELE.
Al igual que cuando viajas, aprendes. Observas y ves cosas nuevas, el intercambio con otros profesores te hace crecer, reflexionar y aprender. Un viaje donde aprender, colaborar y compartir han sido el objetivo constante.
Del mismo modo que los marinos en sus respectivas guardias, registraban los datos de lo acontecido, paso a relatar algunos pensamientos y  reflexiones que he ido acumulando durante el curso, perdón, durante el viaje.
En primer lugar: ¡Cómo me alegro que os hayáis lanzado a la aventura de crear esta MOOC!
Efectivamente, como Chema Rodríguez nos cuenta en su blog, ha sido un proyecto innovador y necesario. La experiencia ha sido compartida con un gran número de profesores, de forma gratuita, abierta y colaborativa. Creo valioso decir que estas condiciones no solo fueron aceptadas, sino acogidas con bastante entusiasmo.
Pienso que la estructura del curso ha sido muy acertada: cada mes un podcast sobre un tema determinado con entrevistas a los expertos a modo de introducción, un vídeo de desarrollo del tema, y unas actividades individuales de comprensión y colaborativas de práctica. Y, además, un artículo de profundización y bibliografía relevante.
La tarea final de creación de un blog como herramienta reflexiva, en mi opinión muy pertinente, no viene sino a cerrar de la mejor manera estos siete meses (bueno, yo diría ocho) de trabajo.
Este curso explora las ideas básicas detrás del movimiento de Open Education, y la labor que el software social juega en él. En mi opinión, el curso ha favorecido el desarrollo del Entorno Personal de Aprendizaje (PLE) de cada participante, entregando la mayor parte de la responsabilidad sobre el desarrollo del curso a cada uno de nosotros, aunque manteniendo un referente común que de sentido al trabajo colectivo.
El curso para mí, ha sido un descubrimiento enorme y  muchas veces me ha hecho tomar consciencia del momento en el que me encuentro como profesora de ELE, de mis limitaciones y carencias. Y es esa autoevaluación continua, la que me permite identificar herramientas adecuadas a mi realidad particular, concentrándome en lo que más me interesa.
En  este aspecto destacaría el módulo dedicado a la integración de la tecnología en la enseñanza y aprendizaje del español. Confieso haber tenido miedo. ¡Hay tanto y el mundo de la tecnología es tan rápido! He de reconocer que me he pasado la mayoría del módulo investigando (generalmente con la boca abierta y los ojos como platos) y he realizado una auténtica labor de detective para informarme y aprender  sobre muchas herramientas  tecnológicas de las que desconocía su existencia y utilidad. De nuevo,  reflexionar: Reflexionar para tomar consciencia de nuestra competencia digital personal y profesional y  la de nuestros alumnos; Reflexionar sobre la correcta utilización de las TIC en la clase de ELE; Reflexionar sobre qué estrategias elegir para que la integración sea efectiva…
Es aquí, donde más he aplicado el consejo de  Fernando Trujillo que nos anima a no parar de aprender. Yo añadiría el NO PARAR DE INTENTARLO. Cuestionar constantemente nuestro trabajo y no tener miedo a realizar cambios.
Un viaje donde he aprendido a mirar un paisaje de maneras diferentes, desde otros puntos de vista, evitando siempre la misma perspectiva o la misma luz. Un claro ejemplo de ello,
es lo que hemos conseguido en el segundo módulo a través de diferentes propuestas para trabajar con un recurso tan fuerte y enérgico como la imagen, evitando el uso tradicional y restringido que ha venido desempeñando en la clase de ELE.
Todos los módulos y cada uno de ellos, ha sido un nuevo país, un nuevo paisaje que han completado y dado sentido a este viaje. Para mí, esta experiencia ha sido muy satisfactoria. Ha sido un viaje, un descubrimiento en muchas ocasiones, un crisol de diferentes ingredientes cargado de experiencias, observaciones, lecturas, ideas y recursos. Como profesores, debemos disponer un entorno que facilite el aprendizaje. 
Antes una de las preguntas que escuchaba  con frecuencia era: “¿Qué manual de ELE  utilizas?” “¿Qué manual de ELE me recomiendas?”.  Aunque ahora quizás la pregunta sería: “¿Qué plataforma virtual utilizas para tus clases?”.
Detrás de este diálogo de búsqueda del método pedagógico perfecto o de la herramienta o plataforma perfecta, no hay que perder de vista que sencillamente, ambos son instrumentos que nos van a ayudar a la hora de facilitar el aprendizaje. Si entendemos el aula como un entorno de aprendizaje, entendemos que las TIC sirven para abrir y expandir el aula. He de señalar también, que existen riesgos y que la educación digital no es que los alumnos lleven su iPad a clase y que pongamos un video de Youtube. No olvidemos la importancia de hacer un uso pedagógico de la tecnología y no un uso tecnológico de la pedagogía.
Nuestra tarea como docentes, consiste en definir el entorno virtual en el que vamos a trabajar con nuestros estudiantes.
No quiero alargarme demasiado, pues ya va siendo hora de ir llegando a puerto, pero quisiera terminar con una frase:
A todos vosotros que habéis hecho posible este viaje: ¡Muchas gracias!